| Los tatuajes de henna son temporales y no producen dolor alguno. La costumbre dehacerse tatuajes con la extracción de esta planta proviene de Marruecos, donde las mujeres se pintan las manos y pies con un fin cultural. La aplicación de la henna se hace con un pincel, con los dedos, con un lápiz, con una jeringa o con lo que se desee. Con los tatuajes de henna consisten en pintar la piel y no en perforarla, no se utilizan agujas de ningún tipo, no producen dolor y se van solos al cabo de dos o tres semanas. Si se necesita remover el tatuaje con anterioridad, sólo hace falta limpiar la zona con alcohol.
El pintado del diseño se hace rápidamente y luego de terminado se debe esperar unas 3 o 4 horas antes de quitarse el excedente. Para lograr que el tatuaje se prolongue más en el tiempo hay que evitar frotar la zona al bañarse, no utilizar jabones fuertes (lo mejor es jabón neutro de glicerina) y no ponerse en contacto con productos corrosivos como el alcohol, los detergentes concentrados y los diluyentes.
El color de la henna suele ser negro intenso aunque éste varía según el tipo de piel, el calor corporal, el ph de la piel, la zona del cuerpo en donde se aplique, la calidad de la henna y el contraste que el tatuaje tenga con la ropa que se usa. Para cuidar mejor del tatuaje se lo puede cubrir de vaselina al bañarse o al meterse al mar, río o piscina. Ésta ultima, de manera especial, es perjudicial por la presencia de cloro en el agua.
Los tatuajes de henna no tienen ningún riesgo de transmitir enfermedades en su aplicación. Como se aplican sobre la piel no existe tal riesgo, y es por eso que las condiciones higiénicas no son lo rigurosas que son las de los tatuajes comunes. No es extraño ver tatuadores de henna que tienen puestos en la playa: estos puestos son perfectamente seguros. |
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